El Parlamento de Grecia ha dado luz verde a la promulgación del poyecto de Ley que permitirá el establecimiento de acuerdos de unión civil entre parejas del mismo sexo. Una norma que ha sido aprobada con numerosos impedimientos interpuestos por los sectores más reaccionarios y la Iglesia Ortodoxa.
Con un apoyo de 194 de los 300 asientos de la cámara legislativa, la norma aprobada minutos después de la medianoche igualará los derechos contemplados en la Unión Civil para las parejas de gais y lesbianas.
Aunque el país heleno disponía de una ley de acuerdo civil desde 2008, ésta sólo era accesible para las parejas heterosexuales, razón por la cual el Tribunal Europeo de Derechos Humanos emitió una condena en 2013 contra el país por su carácter discriminatorio.
Durante el debate previo a su aprobación, el primer ministro Alexis Tsipras reconoció que con la decisión del Parlamento se cierra un periodo de atraso y vergüenza para el estado griego. En sus propias palabras:
Con la legalización de las uniones civiles para parejas del mismo sexo, cerramos un ciclo de atraso y vergüenza por el griego. Un periodo de negación y marginación de una gran parte de nuestros conciudadanos, a quienes que no se les ha permitido convivir con sus parejas y disfutar de derechos básicos.’
Otros legisladores de la Cámara se unieron al discurso de Tsipras señalando que el día de hoy ”no convenía hacer demasiadas celerbaciones sino pedir disculpas” a las personas que hasta el momento han sido privadas de los derechos fundamentales de los que se beneficiaban sus conciudadanos heterosexuales.
El proyecto de ley no iguala los derechos matrimoniales con los de la Unión Civil ni contempla que las parejas homosexuales puedan solicitar la adopción de menores, como han recordado los representantes del activismo, que consideran estos sus nuevo objetivos políticos.