La Corte Suprema de EEUU comenzó a escuchar ayer los alegatos de los abogados del Gobierno y los estados opositores del matrimonio igualitario, una jornada caracterizada por un arduo debate dentro del Tribunal y la movilización de defensores y detractores de la ley a sus puertas.
Los altos magistrados llevaron a cabo diferentes análisis de la constitucionalidad de las prohibiciones estatales, formulando preguntas tanto a los partidarios de la legalización a nivel federal como a los defensores del poder de los estados sobre el Gobierno federal para lllevar a cabo esta legislación.
En una primera apreciación, el Tribunal se muestra dividido sobre la legalización del matrimonio entre personas del mismo sexo en todo el territorio estadounidense. No obstante, la votación y anuncio del fallo no se efectuará hasta el próximo mes de junio.
La abogada y activista por los derechos LGTBI Mary Bonauto, expresó en su alegato que no se trata de cambiar la definición del matrimonio, principal argumento de sus opositores, sino que hombres y mujeres homosexuales tienen el mismo derecho a casarse tal y como establece la Decimocuarta Enmienda a la Constitución norteamericana, que insta a la igual protección ante las leyes de toda la ciudadanía.
Durante la vista, un exaltado interrumpió la audiencia al proferir profiriendo gritos contra el colectivo homosexual hasta que la Seguridad del Tribunal lo interceptó y sacó de la sala.
Tras el pintoresco paréntesis, prosiguieron los alegatos y declaraciones respectivas a las cuatro demandas de parejas del mismo sexo que analizadas el Tribunal en la audiencia, que a tenor de la disparidad de opiniones de los magistrados, ofrece un futuro todavía incierto para la aprobación de la norma a nivel federal, pero que puede cambiar el modelo social estadounidense para siempre.