Entre otros asuntos de capital importancia para la opinión pública internacional, 2014 y 2015 se recordarán por el intenso debate sobre los derechos LGTBI a ambos lados del Atlántico, además de por el avance del autoproclamado Estado Islámico y el lamentable desvanecimiento de conseguir una solución cercana al conflicto entre Israel y Palestina.
La preocupación y debate por estos temas, como es de esperar, se traslada de los foros habituales a los medios sociales de Internet, donde cada vez un número mayor de usuarios emite y recibe información y opiniones sobre estos y otros asuntos.
La intersección de ambos fenómenos produce un crecimiento de los mensajes que tratan dichos temas, entre los cuales, la Comisión Europea contra el Racismo y la Intolerancia ha registrado un dramático crecimiento de los discursos racistas, xenófobos y contra las personas LGTB en Internet.
Según publica la ECRI en su informe anual, el grupo experto que analiza el racismo, la xenofobia y la intolerancia en los estados del Consejo de Europa, los actos de violencia islamista y los recientes desastres ocurridos por la migración masiva hacia Europa han producido una aumento del antisemitismo, la islamofobia y el discurso político xenófobo desde 2014.
De la misma manera, el constante avance de los derechos LGTBI en muchas partes del mundo hace que el discurso LGTBfóbico aparezca de manera enardecida y recurrente en los mismos medios, acrecentando las tensiones entre el colectivo y los sectores ultrarradicales, que frecuentemente se traducen en ataques físicos.
No obstante, el informe describe un panorama variado en respecto a la homo y transfobia, con avances en algunos países y problemas en otros en los que las personas LGBT todavía experimentan inaceptablemente altos niveles de estigma, intolerancia y discriminación.
Sin embargo, los resultados también apuntan a que incluso en países donde política y legislativamente se reconocen los derechos del colectivo LGTBI, con demasiada asiduidad los debates públicos se envenenan con esta altamente discriminatoria y prejuiciosa dialéctica.
En su informe, la ECRI lamenta el rápido aumento de las expresiones de odio difundidas a través de medios de comunicación social, por o que anima a los Estados miembros a firmar y ratificar Protocolo Adicional a la Convención sobre Ciberdelincuencia del Consejo de Europa, que tienen como objetivo criminalizar los discursos de odio en el entorno online.
Actualmente, sólo 18 de los 47 estados del Consejo de Europa han ratificado el Protocolo número 12 al Convenio Europeo de Derechos Humanos que prohíben la discriminación de cualquier tipo, incluída la de orientación sexual e identidad de género, por lo que la ECRI ha instado a todos los estados restantes a ratificar este instrumento tan pronto como sea posible.