La sociedad eslovaca ignora la iniciativa de su Gobierno de prohibir el matrimonio igualitario
Un escaso 21,07% de la población eslovaca se acercó el pasado sábado para votar en el referéndum que pretendía hacer exclusivo a las parejas heterosexuales el acceso a la institución matrimonial y la adopción de menores, dejando la consulta pública como nula al no cumplir las expectativas de participación ciudadana.
Eslovaquia, miembro de la UE desde 2004 y con gran influencia de la Iglesia Católica, no permite siquiera la unión civil homosexual, por eso el movimiento conservador en su Gobierno inició con el impulso del Vaticano el fortalecimiento de su prohibición de cara a un posible cambio en el futuro cercano.
El resultado de la votación ha demostrado que de manera mayoritaria se acercaron las personas favorables a su prohibición, que aglutinaron el 90% de votos registrados. El referéndum constaba de tres preguntas: Si el matrimonio sólo puede ser la unión entre un hombre y una mujer, si las parejas del mismo sexo deberían tener prohibido las adopciones, y si los niños puede faltar a clases relacionadas con la educación sexual y la eutanasia.
Una consulta de origen improcedente
La insuficiente participación ha podido estar motivada por los esfuerzos de los grupos activistas y los medios de comunicación, que han presuadido a la ciudadanía para que no tomara parte en el referéndum impulsado por el partido SMER -ldierado por el Primer Ministro Robert Fico-, estrategia que parece les ha servido para anularlo.
Las asociaciones activistas han denotado el caracter injusto de la consulta, destacando la satisfacción de que la sociedad no lo haya secundado. En palabras de la activista Hana Fabry:
Estoy contenta por el resultado. Este referendum tenía por objetivo limitar los derechos de una minoría por parte de la mayoría, por lo que no tendría que haber tenido lugar nunca.’