El alcalde de Alcorcón, reprobado por sus políticas LGTBfóbicas
El alcalde de Alcorcón, David Pérez, celebraba con euforia en su cuenta de twitter los resultados de las elecciones del 26J. Unos comicios en los que el Partido Popular ha obtenido mejores resultados (del 30,7% de los votos al 35,2%) que en los celebrados del pasado mes de diciembre.
En esa misma cuenta en la que se define a sí mismo como liberal y pro-vida, David Pérez se ha dedicado a lanzar ataques de la más baja estofa contra sus adversarios políticos a lo largo de las últimas semanas.
Ahora, tras convertirse en el primer alcalde de la Comunidad de Madrid en ser reprobado por LGTBfobia, el edil ha seguido la turbia actitud de sus últimas intervenciones y ha calificado el acto así: ”a mí no me reprueban cuatro politicastros socialistas y comunistas, porque el pueblo me aprueba y a ellos no”.
Un gif de Leonardo di Caprio brindando extraido de la película ‘El gran Gatsby’ completa el tuit. Casi nada. El principal problema de David Pérez es que la definición que la RAE hace de politicastro (político inhábil, rastrero, mal intencionado, que actúa con fines y medios turbios) se convierte en el mejor resumen de su papel dentro de la política.
La cuestión no es nueva. Arcópoli venía mostrando desde hace meses su preocupación por la total ausencia de políticas favorables a los derechos LGTB en el municipio madrileño pese a nuestra insistencia para poder trabajar estos temas. Y es que debido a la minoría del Grupo Popular en el Consistorio, se han aprobado numerosas medidas de apoyo al colectivo que el Equipo de Gobierno se niega a ejecutarlas.
El pasado jueves, Arcopoli presentó una carta en registro para solicitar medidas especificas y quejarse de la situación, y el viernes un nutrido grupo de nuestra asociación acudió al Pleno para acompañar la primera reprobación por LGTBfobia de la historia.
Yago Blando, Coordinador de la Asociación, se mostró consternado por el desprecio del alcalde que no quiso asistir ni dar explicaciones y ha querido señalar que:
Si un alcalde no trata de corregir las discriminaciones hacia un importante grupo de habitantes de su ciudad, y no muestra ningún interés por el aumento de las agresiones homófobas en nuestra comunidad, no es válido para ejercer el gobierno. Hoy se ha demostrado que la ciudadanía alcorconera, representada por la mayoría absoluta del Pleno, quiere que el Gobierno Municipal trabaje contra la LGTBfobia y reprueba esta forma de gobierno que ignora deliberadamente las necesidades de la población. Desde Arcópoli nos volveremos a poner en contacto con la Concejal de Asuntos Sociales, tal como hicimos al terminar el acto, para ofrecernos una vez más a colaborar porque, a pesar de todo, nos gustaría poder trabajar por los derechos del colectivo LGTB en Alcorcón y apoyarlo en una ciudad con total ausencia de medidas y campañas específicas contra la homofobia, transfobia y bifobia’.