Más de 336.000 personas piden a Putin que elimine la ley de propaganda homosexual

Ayer nos despertábamos con la grata noticia de que la asociación ‘Enough is Enough’ había iniciado una campaña que bajo el nombre de ‘Rainbow Flame’ denunciaba la homofobia en Rusia, hoy también nos hemos levantado con el pie derecho. Con motivo de la próxima inauguración el 7 de febrero de 2014 de las XXII Olimpiadas de Invierno en la ciudad rusa de Sochi, Amnistía Internacional ha pedido a las autoridades rusas que aprovechen la oportunidad para trabajar activamente para promover y defender estos derechos.

Amnistía Internacional lamenta que tras las multitudinarias protestas de 2012 en Moscú y en otras partes de Rusia contra el presunto fraude y las violaciones cometidas durante las elecciones parlamentarias y presidenciales, se hayan aprobado nuevas leyes y modificaciones a otras ya existentes que dificultan el ejercicio de la libertad de expresión, reunión y asociación.

Unas leyes que son contrarias tanto a las obligaciones internacionales contraídas por Rusia, como a la propia Constitución del país. 

Recortes contra el colectivo LGTB

En junio de 2013 se aprobó la Ley Federal que prohíbe la ”propaganda de relaciones sexuales no tradicionales entre menores”, incrementando los ya altos niveles de discriminación y hostigamiento de las personas homosexuales, lesbianas, bisexuales, transexuales e intersexuales (LGBTI), contribuyendo a crear un clima de hostilidad y violencia contra este colectivo.

Las autoridades municipales se niegan normalmente a autorizar a los activistas LGBTI la realización de actos públicos. En 2013, en al menos seis ocasiones, los activistas LGBTI fueron atacados con violencia durante protestas pacíficas por activistas homófobos en Moscú y San Petersburgo, no se adoptó ninguna medida contra sus agresores pese a existir fotos y vídeos, pero sin embargo, sí se detuvo y enjuició a varios activistas LGBTI por violar las normas sobre reuniones públicas. 

Tampoco se investigan adecuadamente actos violentos contra este colectivo, como el ocurrido el 3 de noviembre de 2013 en la oficina de LaSky, organización no gubernamental que presta apoyo a personas LGBTI que viven con el VIH, en el que dos personas resultaron heridas, una de cuales quedó ciega de un ojo. A pesar de la gravedad del ataque, la investigación abierta por la fiscalía solo incluye cargos por ”vandalismo”. 

En julio de 2013 se aprobó la Ley sobre la Blasfemia como respuesta directa a la actuación del grupo punk Pussy Riot en la principal iglesia ortodoxa rusa de Moscú. La ley castiga con hasta 3 años de cárcel a quienes critican a los líderes religiosos o discrepan de la doctrina religiosa.

En marzo de 2012, tres integrantes de Pussy Riot —Nadezhda Tolokonnikova, Maria Alekhina y Ekaterina Samutsevich— fueron detenidas y acusadas de ”vandalismo” basado en el ”odio religioso”. Se las condenó a dos años de prisión. En octubre de 2012, Ekaterina Samutsevich fue puesta en libertad condicional, mientras las otras dos fueron enviadas a remotas colonias penitenciarias. A finales de diciembre de 2013, cuando casi habían cumplido íntegra su condena,  Nadezhda Tolokonnikova y Maria Alekhina fueron excarceladas en virtud de la última ley de amnistía, del 18 de diciembre de 2013, aunque siguen teniendo cargos pendientes.

Recortes a la libertad de reunión

Se calcula que en 2012 la policía detuvo a casi 4.000 personas en unas 200 protestas en Moscú y su región. Durante 2013, el número de protestas disminuyó significativamente, no obstante cientos de personas fueron detenidas en todo el país. La misma pauta continúa en 2014, cuando se dispersó una concentración pacífica en solidaridad con los ”presos de Bolotnaya” que se celebraba el pasado 6 de enero en el centro de Moscú. Al menos 28 participantes fueron detenidos y posteriormente puestos en libertad.

Se niega de forma habitual y arbitraria la autorización para reunirse en el lugar y la hora solicitados a los grupos de la oposición y a otros movimientos  sociales; a menudo se disuelven las concentraciones con uso de la fuerza  desproporcionado. Decenas de personas detenidas han denunciado lesiones infligidas por la policía, que incluyen rotura de extremidades y heridas en la  cabeza, que no se han investigado efectivamente.

Recortes a la libertad de asociación

En julio de 2013, el fiscal general calculaba que, desde la introducción de la Ley de agentes extranjeros, se había ”inspeccionado” a alrededor de 1.000 organizaciones de toda Rusia, de las que 200 reunían los criterios para ser consideradas ”agentes extranjeros” en aplicación de la ley. Muchas podrían ser multadas y clausuradas.

Desde entonces, más de 50 organizaciones, entre ellas Memorial o Veredicto Público, han recibido avisos oficiales que les ordenan que se inscriban como ”agentes extranjeros”  y se han abierto expedientes administrativos que pueden derivar en multas y cierres motivados por las altas sanciones.

Campaña en España

Amnistía Internacional España entregó esta mañana más de 44.000 firmas en la Embajada de Rusia en Madrid, con la misma petición internacional para el Presidente, Vladimir Putin. El acto ha contado además con la participación de varios músicos que han interpretado Canción de Otoño, de Tchaikovsky, así como de La compañía de Danza On. 

El pasado martes 28 la organización mantuvo una reunión con los representantes de la Embajada rusa en Madrid, en la que trasladó sus preocupaciones y recomendaciones. Amnistía Internacional agradece esta oportunidad de diálogo pero lamenta la decepcionante respuesta de las autoridades rusas, que se limita a defender los cambios legislativos adoptados desde 2012 que, en opinión de Amnistía Internacional, están obstaculizando el ejercicio de la libertad de expresión, reunión y asociación.’

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