El colectivo LGTB de Japón ha tenido que superar años muy duros. Las asfixiantes políticas gubernamentales terminaron por derrumbar los intentos de montar un Orgullo que tras años de celebración casi clandestina veía como en el año 2011 se suspendía tal evento.
En el 2012 se refundó el Pride japonés bajo el nombre de ‘Tokyo Rainbow Pride’. La primera edición resultó tan exitosa que supuso un punto de inflexión. Más de 5000 personas -2000 participantes y cerca de 3000 espectadorxs- disfrutaron de una fiesta por las principales calles de Tokio en los que el Manga se puso el traje más inclusivo.
Bajo la efervescencia de la celebración, los organizadores afirmaron que pretendían llegar a los 50.000 participantes, cifra que se ha superado con creces en la cuarta celebración del Tokyo Rainbow Pride.
De este modo, la celebración de la marcha con la que se cerró la edición de este año fue la más multitudinaria de la historia ya que más de 70.000 personas llenaron las principales calles de la ciudad con los colores del arcoíris.
Este año, las demandas del colectivo LGTB se centraron en una cuestión que lleva años debatiéndose en la isla del Pacífico: la aprobación del matrimonio igualitario. Una vez más, la celebración del Orgullo se convierte en el principal motor del cambio en una sociedad conservadora. ¡Que siga la fiesta!