¿Qué es la serofobia?

He buscado infructuosamente una descripción oficial al significado de la palabra Serofobia en los canales habituales, como son la Organización Mundial de la Salud o la Real Academia de la Lengua.

No obstante, es un término que se instaura cada vez con más fuerza dentro de la sociedad, que conlleva el estigma y las actitudes discriminatorias hacia las personas con VIH en diversos ámbitos de la vida cotidiana y en las relaciones afectivas y sexuales, teniendo un efecto negativo en el bienestar y calidad de vida de las personas seropositivas.

Por esta razón daré mi propia definición, a partir de la información que he ido recogiendo y de la experiencia personal a partir de mi trabajo en el ámbito del VIH.

Se denomina Serofobia al estigma y discriminación, basado en un miedo irracional, hacia las personas con VIH, negando cualquier tipo de acercamiento a las personas que padecen esta enfermedad. Este miedo no tiene ninguna justificación científica en base al riesgo de transmisión del VIH a terceros.’

¿Cuándo aparece?

Este miedo “patológico y social”, se inicia con el descubrimiento de los primeros casos de sida en el mundo a principios de los años 80, y los juicios tanto morales como sociales que se aplicaron a esta enfermedad, dado que tenía todos los ingredientes necesarios para ser una enfermedad “estigmatizante”:

  • Las personas que la padecían pertenecían a grupos sociales marginales, que no se relacionaban con la normalidad del resto de los grupos socialmente aceptados: Homosexualidad, drogadicción, prostitución, y gente en general de mal vivir.

Aquí haré un inciso para incluir a la mujer, especialmente en los países de África y Latinoamérica, sin olvidar a los países emergentes aunque con menor fuerza, en las que la condición de mujer seropositiva conllevaba el juicio de haber realizado unas prácticas sexuales no aceptadas, aunque para muchas de ellas no existiera la posibilidad de elegir.

  • Se transmitía a partir de la realización de prácticas ‘poco éticas’, inclusive en algunas culturas ‘prohibidas’: Relaciones sexuales fuera del ámbito de la pareja o prohibidas y consumo de drogas.

La alarma social que generó en sus inicios debido a la rápida expansión de la infección por todo el mundo, llegando a considerarse la mayor pandemia jamás sufrida por la humanidad y el desconocimiento de las formas de transmisión, contribuyó negativamente a la normalización de la vida de las personas que padecían esta enfermedad.

Tampoco puedo dejar de hablar de los medios de comunicación y de cómo desde sus inicios en que consideraron el sida como un tema “noticiable”, generaron una gran parte de la información que hacían llegar a la sociedad de forma alarmista y muchas veces poco contrastada.

La serofobia hoy

En la actualidad, la serofobia forma parte de la vida cotidiana de las personas con VIH, teniendo que enfrentarse a ella de forma habitual, tanto en su vida laboral, social y de pareja.

Esta fobia se refleja en los estudios sobre estigma y discriminación de las personas con VIH que se han realizado en los últimos años, de los que por lo representativo de la muestra, cercano a la sociedad española y en el tiempo, extraigo la siguiente conclusión:

El Informe FIPSE 2010 “Creencias y actitudes de la población española hacia las personas con VIH”, que se realizó sobre una muestra representativa de la sociedad española, indica que un buen número de personas siente incomodidad ante un potencial contacto con personas con VIH en diferentes situaciones de la vida cotidiana. Dicha incomodidad se traduce no sólo en intención de evitación del contacto sino en actitudes discriminatorias como el apoyo a posibles políticas de segregación social, e incluso física, de las personas con VIH.

En este sentido, un 20% de la población cree que la ley debería obligar a que, en ciertos lugares, las personas con VIH deban estar separadas y que un 18% de la población piense que los nombres de las personas con VIH deberían hacerse públicos para que la gente que quisiera pudiera evitarlas.

Desde Imagina MÁS, creemos en la necesidad de seguir trabajando para que algún día esta palabra carezca de contenido en la sociedad española, desde aquí animamos a todas las personas a que se impliquen en este cambio social que mejorará la calidad de vida de las personas con VIH.