‘Big Eyes’: Tim Burton, la opresión del macho y el arte en femenino

Ficha Técnica

Duración: 106 min.

Nacionalidad: Estadounidense

Dirección: Tim Burton

Guion: Scott Alexander, Larry Karaszewski

Fotografía: Bruno Delbonnel

Música: Danny Elfman

Reparto: Amy Adams, Christopher Waltz, Danny Huston, Jason Schwartzman, Krysten Ritter, Terence Stamp, Heather Doerksen, Emily Fonda, Jon Polito, Steven Wiig, Emily Bruhn

Calificación: 5 / 10

Distribuidora en España: E-One

¿Qué me espera?

A pesar de que sus mejores películas cada vez resultan más lejanas -‘Big Fish’ -2003- es un espejismo en una carrera que se ha quedado estancada con el cambio de siglo-, siempre hay curiosidad cuando se trata de un estreno de Tim Burton.

No es de extrañar, ya que el director californiano pertenece al destacado grupo de realizadores AlmodóvarAronofskyAnderson que desentrañan en sus filmes un mundo propio tan rico y denso que acaba arrastrando tanto a numerosos fieles como detractores.

Había pues una insana curiosidad en comprobar como el creador de ‘Mars Attacks’ se aproximaba a la historia real de Margaret y Walter Keane, y lo cierto es que el resultado final de ‘Big Eyes’ es muy poco ”burtoniano’‘.

Cuando la mentira cotiza como arte

En la década de los sesenta solo había un artista que podía competir en ventas con Andy Warhol. No era Rothko, ni Jasper Jones ni Roy Lichenstein, sino Walter Keane (Christopher Waltz), una de las mayores estafas de la historia del arte.

Alabada por el propio Warhol y convertida en el objeto más deseado de la burguesía norteamericana, la producción artística de Walter escondía una retorcida realidad: él solo se encargaba de firmar los cuadros mientras su mujer Margaret (Amy Adams) era la verdadera creadora en la sombra.

La película, aunque siempre en un tono un tanto ligero, se centra en la figura y desesperación de Margaret Keane, oprimida y explotada por un tiránico marido. A lo largo de los 106 minutos de la cinta podemos asistir en primera persona a la liberación del yugo masculino… al empoderamiento de la mujer artista.

Amy Adams y Christopher Waltz consiguen mimetizarse a la perfección con sus personajes en dos actuaciones que son como el yin y el yang. Margaret es la reflexión, y Adams es capaz de transmitir un torbellino de sentimientos sin necesidad de ponerse demasiado intensa; Walter epitomiza los excesos del patriarcado y Waltz estructura un personaje totalmente histriónico.

Burton, que ha vuelto a reunirse con los guionistas con los que firmó su mejor trabajo (‘Ed Wood’), traza una historia que durante demasiados momentos vive en la irritante zona correcta del cine.

El director parece querer pasar de puntillas por la película (¿o acaso estamos ante una nueva etapa de su cine?). A pesar de que estéticamente la cinta consigue excitar los sentidos con su amalgama de colores pop y a pesar de una escena inicial que recuerda al delicioso mundo kitsch de ‘Eduardo Manostijeras’, la cinta carece de magia.

Una historia fantástica que se pierde en el terreno de lo superficial y en la que los minutos de excesiva normalidad hacen que mi cabeza se deje llevar por la melancolía de un nombre que repito hasta tres veces: Beetlejuice, Beetlejuice, Beetlejuice…

Vídeo Tráiler de ‘Big Eyes’