‘Un toque de violencia’: Neorrealismo chino teñido de sangre

Ficha técnica

‘Un toque de violencia’

Director: Jia Zhangke

Guión: Jia Zhangke

Música: Giong Lim

Fotografía: Yu Likwai

Nacionalidad: China

Reparto: Jiang Wu, Meng Li, Lanshan Luo, Baoqiang Wang, Jiayi Zhang, Tao Zhao

Duración: 130 min.

Productora: Xstream Pictures

Distribuidora en España: Golem

Calificación: 8,4 / 10

¿De qué va?

A lo largo de la historia del cine, hay multitud de películas que se pueden sintetizar a partir de una sola escena. Así ocurre con ‘Un toque de violencia’. La cinta rodada por Jia Zhangke (‘Naturaleza muerta’ -2006-, ‘Historias de Shangai’ -2010-) pertenece a este tipo de películas.

Tras un prólogo tan esclarecedor como los rodados por Quentin Tarantino (de esos que más que servir como inicio narrativo sirven como elemento ambiental), a mitad de película hay una escena que en apenas cinco minutos condensa toda la intención de Jia Zhangke: un camión transporta en su parte trasera a un buen número de bueyes que están atados, con la mirada perdida, y que dan la sensación de estar aislados del resto del mundo. 

La escena (con cierto sabor atávico) actúa como perfecta metáfora de la cinta; la sociedad china encorseta al inviduo hasta el límite de solo ofrecer una salida: la violencia más irracional. 

La película se divide en cuatro historias que nos muestran la naturaleza poliédrica de la violencia: Un minero indignado se rebela contra la corrupción imperante en su pueblo, un emigrante que vuelve a casa para Año Nuevo descubre las infinitas posibilidades de un arma de fuego, una guapa recepcionista de una sauna llega al límite cuando un cliente rico la agrede y la protagonizada por un joven obrero que va de trabajo en trabajo intentando mejorar su vida.

Las historias (que además están ambientadas en cuatro regiones diferentes del gigante asiático) sirven como el mejor soporte para que el director Jia Zhangke exponga la descarnada visión que tiene de su país.

Si para Pier Paolo Pasolini el marxismo oficial y el catolicismo eran las dos iglesias con las que había que terminar, en el caso del director asiatico solo hay un objetivo contra el que alzar la voz. Un objetivo que es demasiado abstracto, demasiado poderoso y que está carcomiendo los cimientos de una sociedad que prometía la llegada de un nuevo hombre gracias a la Revolución Cultural y que en la actualidad se dedica a censurar sueños para seguir perpetuando un anacrónico status quo.

A través de una dialéctica agresiva y unos personajes que se forman a través de los silencios, la cinta nos muestra un punto de vista distópico de la Revolución Cultural China en el que los gobiernos locales están carcomidos por la corrupción y hay nuevas mafias emergentes que trafican con sueños y destinos.

Cuatro historias, sí, pero rodadas de manera circular. El espectador no encuentra el final ni el principio de las historias y tiene la sensación de que Jia Zhangke podría seguir introduciendo historia tras historia en formato bucle. Un ejercicio tan sencillo como acertado para mostrar una acertada panorámica de la China actual.

‘Un toque de violencia’ – Tráiler

Sabías que…

  • La película ha conseguido varios premios internacionales. El más prestigioso ha sido el galardón al Mejor Guión en el pasado Festival de Cannes.
  • La cinta es una adaptación de la novela homónima del autor Su Tong y que está ambientada en los últimos años de la Revolución Cultural China.
  • ‘Un toque de violencia’ no se ha podido ver en su país. La cinta ha sido censurada tanto para su estreno en cine como para su posterior distribución doméstica..
  • Jia Zhangke cuenta con una colaboradora muy especial en la película. Se trata de su mujer que siempre ha ejercido de ayudante en todas las producciones del director asiático.

Lo mejor…

  • La salvaje crítica que se realiza a la sociedad China.
  • Las escenas de acción….son como un tiro de gracia para el espectador.
  • La dirección de Jia Zhangke. Acertada en todos los sentidos: en el aspecto visual, en sentido el narrativo, en la puesta en escena… 

Lo peor…

  • Difícil de ver. Aún sin pretenderlo, la cinta se sitúa en las antípodas de los blockbuster, exigiendo al espectador una atención activa.
  • Ritmo intecionadamente lento. No es algo negativo como tal, pero es cierto que un buen número de espectadores pueden sentirse abrumados ante un ritmo tan parnasianista.

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