En una época en la que las personas homosexuales salían por la noche con un silbato para dar la alarma en el caso de sufrir una persecución o agresión -frecuentemente por la propia policía, en connivencia con las autoridades institucionales-, el 28 de junio de 1969 estalló una violenta manifestación espontánea en el barrio neoyorkino de Greewich Village como repulsa a la redada de la policía en el pub gay Stonewall Inn.
Esta reacción ciudadana, además de motivar la conmemoración del Orgullo LGTB en la fecha de inicio de las revueltas hasta nuestros días, fue el inicio del movimiento por las libertades civiles del colectivo en norteamérica. Por lo que no nos debería temblar el labio al considerarla uno de los momentos en los que nuestro colectivo hizo historia el siglo pasado.
Casi cincuenta años después de este suceso, nos enteramos por EMPIRE ONLINE el director alemán Roland Emmerich quiere plasmar todo este estallido a favor de la libertad afectivo sexual y la identidad transgénero en una película -de las que él llama ‘pequeñas’ pues su presupuesto no supera los 15 millones de dólares. En sus propias palabras:
Quiero hacer una pequeña película -de no más de 12 ó 14 millones de dólares- sobre las revueltas de Stonewall en Nueva York. […] Tratará sobre esos ‘locos’ neoyorkinos y una chica de provincias que se involucra con ellos en estos distrubios que cambiaron el mundo.’
Emmerich también ha adelantado que trabaja con el escritor John Robin Bates en el guión de la película, con la que pretende educar a los jóvenes que no han conocido el origen del movimiento LGTB de su propio país y luchar contra la tendencia que hace que casi la mitad de los jóvenes sin techo sean homosexuales.
Es uno de esos grandes momentos del movimiento de derechos civiles, como Rosa Parks. […] Y no se sabe mucho sobre él. Ni siquiera la gente gay los conoce a fondo. […] Me he involcucrado con el Gay & Lesbian Centre de Los Angeles y he aprendido que el 40% de los jóvenes que están en la calle son gais.’