‘Raising Zay’: El viaje de una familia hacia el terreno de la aceptación

Al igual que The Smashing Pumpkins en los noventa, Zay Crawford se sentía como una rata en una jaula. Desde bien pequeña, se sentía atrapada en un cuerpo de chico, sin sentirse identificada con el género que le mostraba el espejo.

Zay no tuvo que revelar nada a sus padres que comprendieron desde el primer momento la situación y han apoyado a Zay en su incipiente proceso de reasignación de género. 

Un trayecto, que comenzó con el tratamiento que ha conseguido frenar la explosión de la pubertad, que en lugar de resultar traumático ha sido ejemplificante, todo gracias al incondicional apoyo y comprensión que ha recibido de su familia.

Un proceso en el que también ha existido miedo. A lo largo del cortometraje, su padre llega a afirmar que en un primer momento resulto aterrador para la familia acercarse a la cuestión trans puesto que: ‘las personas trans tienen una probabilidad mucho mayor de ser asesinadas, de quedarse sin hogar, de ser discriminadas en el trabajo y de tener tentativas de suicidio”.  

Sin embargo, la incertidumbre no impidió actuar a esta familia que no podía ver como su hija estaba creciendo en un panorama cargado de inseguridad y frustración.

Así, a lo largo de ‘Raising Zay’ podemos observar como la familia de Zay llega a entender las necesidades de su hija transgénero y le ayuda en un camino necesario.

Un trayecto impregnado de amor familiar y con un resultado final que ha resultado más que grato, como afirma su propia madre en una de los momentos más emotivos del cortometraje:

Ha encontrado su lugar, ahora ella es una bella y floreciente joven.”

Vídeo: ‘Raising Zay’ – Cortometraje

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