‘Raising Ryland’: una infancia transgénero como sinónimo de felicidad

Gatea, camina, ríe, corre y juega… por desgracia no todas las infancias conjugan los mismos verbos. Hay pequeños que viven en un estado de desconcierto absoluto: desconcertados ante una sexualidad disidente y que en algunos casos no llegan a comprender, desorientados por una sociedad que impone unos patrones heteroexclusivos con los que no se sienten identificados y, sobre todo, huérfanos de una figura parental que los pueda orientar. 

La historia de ‘Raising Ryland’ consigue desmontar los tópicos de las infancias difíciles para las personas trans. El desbordante optimismo que irradia Ryland y su familia convierte la cinta en una historia inspiradora. Un ejemplo didáctico en el que se reflejan los cambios sociales que propician que la luz de la diversidad se cuele por las desvencijadas rendijas de unos patrones heteronormativos caducos.

A pesar de su corta edad (6 años) Ryland tiene clara su identidad. Pese a nacer con un cuerpo femenino, Ryland siempre se ha sentido un chico y sus progenitores pronto entendieron el conflicto de género que estaba viviendo su pequeño. Sus padres, Jeff y Hillary, decidieron tomar la decisión más lógica (aunque en ocasiones no se produzca): apoyar con todas sus energías al pequeño.

‘Raising Ryland’ es una íntima historia que nos invita a vivir los cambios que se han producido en esta familia. Una historia de la que aprender en todos sus aspectos. Como afirma el propio padre de Ryland:

Hay un montón de gente con niños tan jóvenes como Ryland que han pasado por lo mismo. Sí,  es muy pequeño, pero lo que siente lo hace de manera tan fuerte que sólo debemos abrir nuestras mentes para comprenderlo.’ 

Vídeo: Tráiler de ‘Raising Ryland’

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