Rafaela Silva, una medalla de oro con sabor a diversidad

‘Si tienes un sueño, tienes que creer’… Con este vibrante mensaje recibía la primera medalla de oro para el país anfitrión de los Juegos Olímpicos de Río la brasileña Rafaela Silva.

La judoca habla con conocimiento de causa. Durante años ha tenido que enfrentarse a una doble discriminación: por su condición lésbica y por haber crecido en una favela… y en estos Juegos Olímpicos que se están celebrando en Río de Janeiro ha conseguido derrotar a estos dos rivales vitales.

Silva comenzó en el mundo del judo cuando su padre la inscribió hace quince años en un proyecto social de esta disciplina. De este modo, la luchadora conseguía escaparse de un entorno tan difícil como es la Ciudad de Dios, la favela popularizada en la película homónima de Fernando Meirelles. 

Tras ganar la medalla, la atleta brasileña ha ofrecido unas declaraciones al medio ‘O Globo’ en las que sale públicamente del armario. Unas declaraciones en clave activista en las que Silva ha revelado que Thamara Cezar, su agente de prensa y social media manager, es también su pareja desde hace más de tres años.

La pareja tiene tres perros, que ellas llaman sus niños, y una vida estable juntas. Silva ha querido agradecer su éxito deportivo al apoyo que siempre ha recibido de Cezar:

Ella estaba allí cada día y sabía cómo me sentía, tanto cuando estaba enferma  como cuando no lo estaba. Ella siempre ha estado ahí para ayudarmen en todo lo que necesitaba, por lo que también es muy importante en esta victoria’.

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