McDonald’s dejará de promover estereotipos de género con sus juguetes

La estudiante natural de Conneticut -EEUU- Antonia Ayres-Brown comenzó en 2008 una batalla de peticiones para que la cadena de establecimientos de comida rápida McDonald’s dejen de regalar juguetes a los niños basados en su género.

Tal y como ha relatado ella misma en SLATE, con tan sólo 11 años comenzó a desafiar esta dicotómica política de la empresa, consistente en regalar con su producto Happy Meal un juguete de acción para los niños y una muñeca para las niñas.

En aquel año Ayres-Brown escribió una carta al CEO de McDonald en la que le sugería este cambio de política discriminatoria. En ella equiparaba la práctica de sus restaurantes con la hipotética entrevista de trabajo de un adulto.

La respuesta que recibió desestimaba su preocupación, explicando que los empleados de McDonald no están capacitados para clasificar los juguetes por género, y que su anécdota era inusual.

El estudio que corroboró su hipótesis

El verano pasado, Ayres-Brown comenzó una investigación que acabaría refutando sus creencias: Un grupo de 30 niñas y niños acudió a McDonald’s a pedir sus Happy Meals y observaron los juguetes que les fueron regalando. La joven constató que en el 92,9% de las ocasiones los empleados dieron sin preguntar el juguete presuntamente masculino para el niño y el presuntamente femenino para la niña.

Lo que es peor es que el 42’8% de estas niñas y niños intentaron cambiar el juguete sin abrir por uno ‘del género contrario’; sin embargo, se encontraron con la negativa de los empleados del restaurante.

En ese momento, la estudiante envió los resultados directamente al nuevo director general de la empresa, Donald Thompson. Y si bien no recibió su respuesta, Patricia Harris, directora de Diversidad de la cadena de restaurantes se puso en contacto con ella. Estas fueron las palabras que recibió:

Es la intención y objetivo de McDonald’s de que cada cliente pueda elegir el juguete Happy Meal que quiera, sin ninguna clasificación que haga ninguna referencia a su género. Hemos vuelto a examinar nuestras directrices internas, las comunicaciones y las prácticas, donde hemos comenzado a hacer mejoras para garantizar mejor que nuestros juguetes sean de acuerdo con nuestra política.’

La joven y estudiante termina su artículo señalando que no hay garantía de que esta práctica se generalice en todos los restaurantes McDonald’s del mundo. No obstante, valora la foto posteada en la plataforma activista Do Something como un gran paso adelante por parte de la empresa.

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