”Los líderes espirituales… lo más normal es que nunca se encuentren a sí mismos”

Quince años han pasado desde ‘Happy Man’, la ópera prima que hizo entrar por la puerta grande de la Academia de Cine Europeo a la realizadora polaca Malgoska Szumowska.

Desde entonces, la directora no ha parado de retratar desde su emocionante y visceral punto de vista los grandes temas de la naturaleza humana: El amor, la familia, la pérdida, la muerte… preocupándose por mostrar las realidades ocultas -y a veces incómodas- de las personas que frecuentemente ven su voz silenciada por la masa.

Quizá por contraposición a su condición de hija y hermana de profesionales de la comunicación periodística y el cine documental, Szumowska no se conforma con ser notaria de historias, por ello recurre a la plasticidad formal y al lirismo para ensalzar el valor artístico de todas sus producciones

Tras su asistencia al Festival de San Sebastián en calidad de jurado del Premio a Nuevos Directores, nos encontramos con la directora en el Hotel Petit Palace Savoy Alfonso XII de Madrid. Con un caracter y discurso que anima a la trascendentalidad, nos habla de su experiencia en el festival, y de ‘Amarás al prójimo’, el premio LGTB en el último Festival de Berlín que llega a la cartelera el próximo 10 de octubre. Esto es lo que nos ha contado:

¿Cómo valora su estancia y desempeño en San Sebastián?
 

Ser jurado en San Sebastián ha sido una de las experiencias más extraordinarias que he tenido en un festival de cine. Está claro que tanto el emplazamiento de la convocatoria como la gastronomía de la ciudad ayudan mucho a ello, pero lo verdaderamente genuino del Festival de San Sebastián es su particular actitud y la atmósfera de cercanía que envuelve todo.
 

¿Y qué tal se ha dado descubrir nuevos valores en él?
 

Trabajar con el resto de componentes del jurado ha sido muy enriquecedor. Nuestra  presidenta -la escritora y docente francesa Nicole Brenez- tenía una visión muy teórica y radical, opuesta a todo cliché comercial, algo que agradecí mucho. Con el resto de integrantes mantuve conversaciones muy enriquecedoras sobre las películas que analizamos, y algunas me han llevado a cambiar mis puntos de vista en aspectos que antes creía muy arraigados.
 

El Festival también ha exhibido una de sus películas más representativas, ’33 scenes from life’ ¿Qué tal acogida ha tenido?
 

A pesar de que los pases de la película no fueron muy concurridos creo que ha tenido buena aceptación y que la gente disfrutó con ella. Personalmente, me quedo con la satisfacción de ver cómo el festival acoge cada vez más películas de creadores de Europa del este. Como ejemplo puede ser la publicación del libro ‘Eastern Promises’, que fue acompañado por un ciclo sobre los últimos 50 años del cine del este.

Vídeo: Festival de San Sebastián – ‘Eastern Promises’


 

 

Está claro que los festivales cinematográficos sirven para transmitir cultura, pero también para visibilizar realidades ”ocultas”… 
 

Desde mi punto de vista Cannes, Berlinale, Venice, San Sebastián, Locarno y Toronto lo consiguen a la perfección. Funcionan como impresionantes plataformas de difusión, reconocimiento y por supuesto, promoción extranjera. Para mi lo más importante es que son capaces de crear un tipo de esnobismo ‘’bien entendido’’ gracias a la expectación que generan. Sin la ayuda de los festivales, yo por ejemplo, nunca hubiera llegado a nada.

Permítame seguir hablando de estas ”realidades ocultas”: El próximo viernes se estrena ‘Amarás al prójimo’, su historia sobre un sacerdote católico que a pesar de vivir de manera sólida su creencia en su revelación religiosa le atormenta tener que cumplir con el celibato debido a su impulso homosexual.
 

Para mí es muy importante apuntalar las películas que dirijo en personajes creíbles, y las contradicciones son comunes a todas las personalidades. La lucha que lleva a cabo durante toda la película no es contra el impulso sexual, sino contra sí mismo. Que Adam sea además un sacerdote ejemplar hace que su situación sea aún más trágica.

Personalmente creo que nadie debería enfrentarse a la situación por la que pasa el Padre Adam. Él ya es un creyente convencido. Sin embargo, bajo el deseo sexual subyace su verdadero problema, que es la soledad. El deseo, el amor, la sexualidad… todos está íntimamente conectado con la soledad.


 

En el centro de internamiento de jóvenes que el Padre Adam dirige aparece Lukasz, un verdadero ”desubicado” con apariencia de padecer autismo. Un personaje que parece que sólo llega a encontrarse y reconocerse a través de su relación con el protagonista…

Lukasz representa a una figura muy común en la Polonia rural, es el típico ”loco del pueblo” y está inspirado en un habitante real del lugar el que rodamos. Además, el hermano de esta persona aparece en la película. Es Martin, el chico con discapacidad mental que le acompaña.

Esta clase de personas que no encajan en su propio entorno son rechazadas por culpa de ser diferentes. Quizá la diferencia reside en que Lukasz es gay, aunque al principio de la película es posible que lo desconozca. Cuando éste se encuentra con el Padre Adam esa parte comienza a aflorar, y al experimentar el amor por primera vez, el despertar de Lukas es total en el resto de aspectos de su vida. Para mi el personaje también tiene una parte muy salvaje, como si formara parte de la naturaleza.

En contraposición a tanta pureza e inocencia nos encontramos con Adrian, un chico recién internado en el centro cuyo comportamiento podría definirse como una gran tentación para el protagonista. Sin embargo, éste no parece afectarle ni interesarle en absoluto.

Coincido completamente con lo que dices, y así quise plasmarlo. Adrian simboliza la incitación a la experimentación, a sobrepasar los límites… mientras que Lukasz tiene un sentido místico y puro. Por eso el Padre Adam quiere estar junto a él y no con Adrian, por mucho que le tiente a hacerlo.

‘Amarás al prójimo’ también es un retrato de la brutalidad, el racismo y la homofobia en los entornos rurales de Polonia. Algo en lo que seguro que coinciden muchos estados europeos y occidentales…

El que yo más conozco, que es el de mi país, está fuertemente influenciado por hechos históricos que no han vivido el resto de estados europeos. La homofobia está presente de manera constante, incluso en las ciudades más grandes como Varsovia, donde se supone que la apertura debería ser más visible.

La xenofobia, el antisemitismo y la homofobia está ampliamente generalizada en las pequeñas provincias por culpa de la propia historia del país. Polonia ha estado ocupada por otros estados durante mucho tiempo. Primero por Alemania, y después por Rusia. Esto ha llevado a una obsesión del pueblo por rechazar todo lo que no consideren ‘’realmente polaco’’.  La gente tiene verdadero terror por todo lo que no conocen.
 

La naturaleza también tiene un peso especial en la cinta, que ayuda a representar esa brutalidad de la que hablábamos… Nunca habíamos visto paisajes más amplios que dieran tanta sensación de opresión.

Tienes razón, es una jaula que atrapa a los personajes. Es muy posible que de no estar localizada en el mismo lugar, la película no sería tomada de la misma manera. La idea desde el principio fue usar estos paisajes como parte de la historia, algo que aporta crudeza y brutalidad, además de comunicar la idea de ”riesgo impredecible”.

Nos ha llamado la atención que en vez de presentarnos los hechos de un tema tan controvertido para la opinión pública usted prefiera centrarse en el desarrollo de las emociones de los personajes involucrados.

Por supuesto. Si algo tenía claro desde el primer momento es que no quería hacer una película con carga política o que a través de escenas polémicas te guíe hacia un determinado pensamiento. Para mí eso no es artístico. Yo quería presentar personajes con los que puedas empatizar y llegar a entender, como el del Padre Adam.

A propósito de él, también se agradece la distinción implícita que hace en el guión entre homosexualidad y pedofilia.

Quise que el Padre Adam fuera homosexual y no pedófilo porque mi verdadero interés al rodar ‘Amarás al prójimo’ era retratar las conexiones entre el amor, el deseo y la intimidad -o mejor dicho, la ausencia de la misma-.

Gracias a tomar esta perspectiva, creemos que consigue evitar que se juzgue a los personajes.

En efecto. Nunca quise que se juzgara a los personajes del la película. Si lo favoreciera, sus emociones nos dejarían de interesar y nos posicionaríamos en contra o a favor. Y para nada quería hacer una película de ese tipo.

Es también curioso que el el Padre Adam se enfrente a su soledad completamente solo.

Lo que nos lleva a una grandísima paradoja, de la cual no escapa la Iglesia Católica. Por un lado tachan la homosexualidad de enfermedad, y por otro ocultan las inclinaciones homosexuales de muchos de sus integrantes, sin enfrentar nunca el asunto.

Este círculo vicioso sólo conduce a una gran y enfermiza paranoia que lleva a las personas a tener comportamientos clandestinos. Algo que además de a la homosexualidad, también se puede aplicar en el caso del aborto en mi país.

Hablando de paradojas… para ser un lider espiritual, ha descrito un Adam totalmente perdido.

Para mí eso es algo que ocurre muy a menudo. Los líderes espirituales…  lo más normal es que nunca se encuentren a sí mismos (ríe). Pero no hay que tomárselo a la tremenda. Los seres humanos somos simples seres humanos: todo el mundo tiene debilidades, dudas, deseos… es por lo que yo no creo en ningún tipo de líder espiritual. Cada cual debería ser el suyo propio.

Vídeo: Tráiler de ‘Amarás al prójimo’

‘Amarás al prójimo’

Directora: Malgoska Szumowska

Guion: Malgoska Szumowska

Fotografía: Michal Englert

Nacionalidad: Polaca

Reparto: Andrzej Chyra, Mateusz Kosciukiewicz, Maja Ostaszewska, Lukasz Simlat, Tomasz Schuchardt, Maria Maj, Olgierd Lukaszewicz

Duración: 102 min.

Calificación: 8 / 10

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