‘Ley Turing’: ¿Recriminaliza el pasado del colectivo LGTB británico?

La aprobación de la Ley Turing obligará al gobierno británico a conceder miles de indultos. Según datos ofrecidos por Lord John Sharkey, alrededor de 65.000 hombres fueron condenados bajo las leyes ya derogadas, de los cuales 15.000 aún siguen vivos. 

‘Es realmente importante que indultemos a las personas condenadas por delitos sexuales históricos que hoy serían inocentes’, ha dicho el ministro de Justicia, Sam Gyimah. Sin embargo, la aprobación de la Ley Turing ha traído la polémica hasta las islas británicas, puesto que su aprobación ha suscitado una pregunta dentro del colectivo LGTB. 

¿Recibir perdón o recibir disculpas? George Montague, que fue condenado en 1974 por un acto de grave indecencia, se ha encargado de focalizar el asunto. Con una acertadísima intervención en la BBC, este histórico activista británico ha dado la bienvenida a la decisión, pero afirmando que quiere una disculpa y no un perdón.

Recriminalizando el pasado

Recibir perdón o disculpas cambia por completo el sentido que tiene la ley. Como afirma Montague, cuando uno acepta este indulto, de algún modo está admitiendo que ha tenido un comportamiento inadecuado. Sin embargo, el colectivo LGTB no ha sido culpable de nada, en todo caso, de estar en el lugar equivocado en el momento erróneo. 

Miles de personas pasaron a formar parte de las infames queerlist, por el simple hecho de amar a personas de su mismo sexo. No sólo eso, el futuro de miles de británicos fue hipotecado para siempre al recibir violentos tratamientos psicológicos y en cientos de casos la castración química.

La situación es un tanto surrealista puesto que el gobierno británico ha creado una ley que tiene muy poco recorrido efectivo y que de algún modo recriminaliza el comportamiento pasado de la comunidad. 

Como si EEUU indultase a los negros por los años de esclavitud diciendo: ”Oye, que en realidad no habéis tenido culpa de que durante décadas grupos de blancos quemasen vuestras casas, violasen a vuestras hijas, os cosiesen a latigazos y os colgasen de los árboles”. 

Los colectivos minoritarios que han sido maltratados por la historia no necesitan un indulto. Probablemente la mejor manera de reconocer el daño real que las leyes crueles y LGTBfóbicas han causado en el pasado sea pidiendo perdón por esta injusticia histórica. 

Un perdón que no quede en papel mojado, un perdón que llegue acompañado de leyes reparativas, pero sobre todo, un perdón que no exija a las víctimas pagar un doble precio. Todos los miembros del colectivo LGTB que fueron sancionados por estas leyes hicieron algo loable, y es que como afirmó Ghandi: ”cuando hay una ley injusta lo correcto es desobedecer”.

This website uses cookies to improve your experience. We'll assume you're ok with this, but you can opt-out if you wish. Accept Read More