‘Let Toys Be Toys’: porque el sexismo no es un juego de niños

Se encienden las luminarias navideñas y los niños vuelven del colegio canturreando villancicos y jingles publicitarios. Es decir, se acerca la navidad y con ella el frenesí debido a la compra de los juguetes heteronormativos.

Afortunadamente hay padres que se oponen silenciosamente a la norma estricta que prevé cocinitas rosas para las niñas y meccano para los niños (o similares) y opta por educar a sus hijos sorteando el binomio sexo y relativo rol de género.

En Gran Bretaña han ido más allá creando un grupo de padres, educadores y simpatizantes que bajo el lema ‘Let Toys Be Toys for girls and boys’ -que traducido quiere decir algo como ‘dejad que los juguetes sean solo juguetes tanto para los niños como para las niñas’- pide a la industria del juguete y a las editoriales que detengan la diferenciación entre chico y chica en anuncios y embalajes.

Los juguetes, tal y como declaran desde su cuenta de Twitter, son para divertirse, aprender, avivar la imaginación y la creatividad de los menores y no para promover comportamientos estereotipados.

En concreto, el grupo de ”frustrados por el aumento de la comercialización basada en el género” se ocupa de notificar tanto a multinacionales como a minoristas el uso sexista de los juguetes y les invitan a catalogarlos por tema o función y no por género.

Cambiar la publicidad para cambiar los modelos sociales

El objetivo es que las imposiciones del márketing de género dejen de gravar en las decisiones de los compradores y de los usuarios finales, y que estos últimos se sientan libres de jugar con los juguetes que más les interesen.

En este marco educativo también la publicidad dirigida a un público infantil tiene la obligación de promover la igualdad de los géneros, dejando de reproducir roles obsoletos anunciando para las niñas muñecas y juegos domésticos ‘’tranquilos” y para los niños juegos de aventuras y construcciones ”activos”.

Gracias a las peticiones ya han conseguido que catorce minoristas realizaran cambios en la promoción de los juguetes evitando la clásica distinción niño/niña.

Una buena noticia que queríamos difundir en estas fechas: el consumo responsable de juguetes ya es una realidad. Basta aplicarlo.

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