Dos Pussy Riot llevan a Putin ante la Corte Europea de los Derechos Humanos

Al igual que Aung San Suu Kyi en Birmania (Premio Nobel de la Paz en 1991 pero que no pudo recogerlo hasta 2012 por estar sometida a más de dós décadas de arresto domiciliario por parte de la junta militar que gobierna el país), o Ai Weiwei en China (perseguido por sus constantes críticas al sistema social heredado de la Revolución Cultural), las Pussy Riot se han convertido en un verdadero incordio para el gobierno liderado por Vladimir Putin.

El grupo punk está actuando como un altavoz para denunciar las arbitarias políticas que se llevan desde el Kremlin y ante una detención que consideran injusta han decidido demandar al Estado ruso por 120 mil euros cada una en compensaciones y 10 mil euros por los gastos penales.

Pavel Chikov, el jefe del grupo jurídico de los derechos humanos Agora, que representa a las dos mujeres ha indicado que: 

No consiguieron un juicio justo en Rusia por lo que quieren conseguir justicia en la corte europea de derechos humanos. Además de que quieren que este caso siente un precedente para que los rusos puedan hablar públicamente sobre cuestiones políticas, incluso si su discurso no está apoyado por la mayoría.’

El gobierno ruso ha respondido a la demanda, alegando que es ‘completamente infundada’. Sin embargo, fuera del señorío regentado por Putin como un esperpéntico Tirano Banderas la justicia todavía tiene algo que decir. Ahora llega el turno para que Europa opine sobre lo que ha ocurrido en Rusia… ¿sabrá estar a la altura?

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