‘Las cosas que faltan’: nuevas fórmulas familiares; eternos problemas de adopción

Según ha explicado este jueves en rueda de prensa el dramaturgo y director de la obra, José Pascual Abellán, ésta se inspira en la historia real de una pareja de homosexuales que, ante ‘la necesidad de tener un hijo y las dificultades que encontraron para adoptarlo’, pidieron a una mujer que fuera su vientre de alquiler.

A lo largo de la obra, los personajes –interpretados por Paco Blázquez, Ana Casas y Genís Gómez– ahondarán también en otros conceptos, como el hecho de ser padre, qué hace que uno sea padre y qué supone serlo, y como las ilusiones frustradas pueden llevar las personas al límite.

El director ha señalado que a cada personaje ‘le falta algo’, y que ante el público se desnudarán, harán comprender sus motivos, sus miedos y sus ilusiones por actuar como actúan con la finalidad de ser comprendidos y poner sobre la mesa del debate un tema polémico.

La actriz Casas ha comentado que se dio cuenta de como de polémico podía llegar a ser el texto cuando padres de algunos de sus alumnos ‘se ofendieron ante la temática’, ya que siempre iban a ver sus obras y en esta ocasión le comentaron que no acudirían.

Pascual, que ya había recalado en el Versus con ‘Locas’ en 2011 y que volverá del 2 al 28 de septiembre con ‘Versus’, ha comentado que espera que con la obra la sociedad y el Gobierno se planteen la necesidad de legalizar la gestación subrogada para dar amparo legal a las parejas que decidan tener hijos de este modo y ‘para que se den cuenta que todo el mundo tiene derecho a ser padre y que no hace falta llegar a extremos’.

A pesar de que la pareja en la obra es homosexual, la gran mayoría de personas que recurren a esta técnica son heterosexuales, ha comentado uno de los miembros de la pareja sobre la que se basa la obra, Mario Mañas.

Una historia real 

Tanto él como su pareja, Sergio Martín, decidieron tener un hijo, pero se encontraron con que los procesos de adopción eran largos y complicados, y ‘más en el caso de no estar casado y ser homosexual’, por lo que optaron por viajar a Californa (Estados Unidos) y alquilar un vientre.

La mujer que accedió a dar a luz a Galileo –que ahora tiene seis meses– les dijo que si hacía esto era porque ella era madre y comprendía la necesidad que sentían las personas que no podían tener hijos, por lo que quería ayudarles, a lo que añadió que con el dinero que recibiría podría sacarse el carné de piloto de aviones.

Pascual ha explicado que al fin y al cabo, la pareja había ‘engendrado un hijo en el corazón, y no en el vientre’, y que es en esta premisa donde la acción transcurrirá para hacer que los espectadores duden sobre su conceptos de paternidad.

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