La ley islámica permitirá la lapidación de los homosexuales en Brunei

El sultanato de Brunei basará su nuevo Código Penal en la ‘sharia’ o ley islámica, un texto que mezcla la religión con la justicia y la política, y que contempla castigos severos como la lapidación en casos de homosexualidad y adulterio o la pena de muerte por difamar a Mahoma o blasfemar.

La nueva aplicación del código, que debería haber comenzado a ser efectiva el pasado martes, se ha retrasado debido a circunstancias inevitables’ pero su entrada en vigor se producirá ‘en un futuro muy próximo’, según ha explicado la directora adjunta de la Unidad Legal Islámica, Jauyah Zaini.

Tal y como recoge el ‘Brunei Times’ el aplazamiento ha sido ordenado por la oficina del primer ministro, recordando que el ministro de Asuntos Religiosos, Mohamad Abd Rahman, había señalado en marzo que la primera fase del nuevo Código se aplicaría seis meses después de la publicación del texto el Diario Oficial, algo que ocurrió el 22 de octubre pasado.

El código se aplicará a musulmanes y no musulmanes

La segunda fase de la inclusión de la Ley Islámica, que incluye la aplicación de castigos corporales se aplicaría doce meses después, mientras que la tercera fase, que contempla la aplicación de la pena de muerte, comenzará 24 meses después de la publicación del texto.

El nuevo Código Penal se aplicará tanto a los musulmanes como los no musulmanes, salvo en casos muy concretos. Uno puede ser el de Aziz, hijo del sultán, que reclama en sus ‘cumples’ a Janet Jackson, Mariah Carey o Joan Collins y asiste a las fiestas de Versace con atuendos de delictiva mamarrachez

El texto sustentado en la ‘sharia’ contempla la ejecución por lapidación como castigo en los casos de adulterio, violación o sexo entre homosexuales. Asimismo, contempla la pena de muerte por difamar a Mahoma, blasfemar o declararse a uno mismo no musulmán. Aunque en Brunei no se ha llevado a cabo ninguna ejecución desde 1957, no está claro que la tendencia continue.

La introducción del nuevo Código Penal ha provocado las críticas de la ONU y de organismos de defensa de los Derechos Humanos. El sultanato practica una forma mucho más conservadora del islam ya que, por ejemplo, prohíbe la venta de alcohol y restringe duramente otras religiones.

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