Kate Winslet y la masculinidad femenina en ‘L’Uomo Vogue’
El pasado mes de octubre la actriz británica Kate Winslet cumplió los cuarenta. Y lejos de esa crisis que transforma a los hombres en nuevos adolescentes que buscan su cuarta juventud y también alejada de los patrones sexistas y acartonados de la industria hollywoodiense, se puede decir continua viviendo el dulce momento que ella misma construye.
La actriz lleva años dando brillo a la taquillera saga distópica (‘Divergente’) que nos ha descubierto a la magnífica Shailene Woodley. Cintas que le reportan unos beneficios más que notables y que le permiten dedicarse a proyectos cinematográficos de mayor calado.
La madurez y la experiencia también han inyectado en la actriz la droga del activismo. La joven Winslet de ‘Titanic’ se ha convertido en uno de los rostros que más están luchando por acabar con la brecha de género que sigue instalada en el mundo del cine y que condena a la mujer a un eterno segundo plano.
Reubicando la propiedad de ”lo masculino”
Tras alzar la voz contra las diferencias salariales entre los hombres y mujeres del starsystem y contra las miserias tecnológicas perpetradas por el abuso del Photoshop, la actriz ha decidido posar en la revista ‘L’Uomo Vogue’ (la edición masculina e italiana de la famosa publicación de tendencias) mostrando su expresión más masculina.
Las fotos de Peter Lindbergh nos muestran a una actriz andrógina que se encarga de difuminar los patrones y códigos de vestimenta masculinos para demostrar que los códigos sociales son ficticios y están impuestos por las élites y su discurso dominante.
Al igual que ocurriera con Cate Blanchett en 2014, la sesión de fotos aprovecha la sobria elegancia del blanco y negro y la estética de la actriz (pelo recogido, cigarro en mano, pose severa) para realizar un posado transgresor, cargado de simbolismo y para demostrar que la belleza más pura la encontramos cuando salimos de los patrones preestablecidos.
