Hablemos claro sobre las agresiones sexuales en el entorno LGTB
El pasado 3 de abril se conmemoró el Día Internacional Contra la Criminalización de las Víctimas, fecha en la que las asociaciones contra la violencia dentro y fuera del entorno íntimo sensibilizan a la sociedad para que denuncien cualquier tipo de vejación que hayan podido atravesar en su vida cotidiana.
Dentro de las formas de violencia a la que mujeres y hombes están expuestos se encuentra la violencia sexual, que toma forma tanto dentro como fuera de la pareja a través de la agresión, que al ser consumada toma el nombre de violación.
Y aunque comúnmente tendemos a pensar que son las mujeres heterosexuales las que se encuentran en mayor riesgo de sufrir un ataque de estas características, la población LGTB no está exenta de atravesar episodios de abuso sexual y violación durante su vida.
Datos que dan escalofríos
Según data la National Coalition of Anti-Violence Programs de Norteamérica los hombres homosexuales, mujeres lesbianas, bisexuales, el colectivo trans, las comunidades de etnia negra del colectivo LGTBQ, así como las personas que viven con el VIH son las más afectadas por la violencia dentro de la pareja, una lacra difícil de erradicar por la culpabilización de las víctimas y el temor a la discriminación.
- Aproximadamente una de cada ocho mujeres lesbianas -13,1%- y casi la mitad de las mujeres bisexuales -46,1%- han sido violadas alguna vez en su vida.
- Casi la mitad de los hombres bisexuales -47,4%- y cuatro de cada diez hombres gais -40,2%- han sido objeto de violencia sexual en su vida.
- Las personas del colectivo trans tienen 1,9 veces más probabilidades que las cisgénero de sufrir violencia física y 3.9 veces más probabilidades de sufrir discriminación, debido a la violencia en la pareja.
Los resultados del estudio de la NCAVP se encuentran en consonancia con las consideraciones extraídas de la encuesta nacional norteamericana sobre violencia sexual dentro de la pareja que reveleló que el 61% de las mujeres y el 37% de los hombres bísex han experimentado alguna vez la violación, violencia física o acoso sexual en su vida.
Cómo actuar tras una agresión sexual
Ser víctima de violación o asalto sexual puede situarte en un estado de depresión, aislamiento y soledad. No obstante, hay que tener siempre presente que hay mucha gente que te puede ayudar a dar el primer paso para recuperarte y denunciarlo.
Si decides buscar ayuda a través de un servicio de apoyo, ten claro que nunca pueden obligarte a revelar todos los detalles de la agresión. Como hecho de consideración traumática, debe ser tratado con mucha delicadeza para no provovar el efecto contrario y su terapia reparadora tiene que darse a un ritmo adaptado a cada persona.
En el caso de que acudas directamente a la policía, pregunta si existe algún/a agente especializado/a en casos de violencia sexual, así como con experiencia en trato al colectivo LGTB. Te informarán sobre los diferentes servicios de apoyo a los que puedes recurrir y te pondrán en comunicación con ellos.
También debes saber que nunca es tarde para pedir ayuda. En el caso de los hombres, muchas veces pasan décadas antes de poder hablar de la violencia sexual ejercida en su contra, pero no por eso necesitan menos apoyo para superarla.
El éxito de la recuperación tras una agresión sexual depende de las herramientas que sean utilizadas en cada caso, por lo que es recomendable que analices los tipos de servicios que pueden ayudarte mejor a conseguirlo para intuir cuál -o cuáles- te ayudaran de manera más efectiva a tomar control de tu vida y propiciar tu fortalecimiento interno.
- En la web del Ministerio de Justicia encontrarás toda la documentación relacionada con las Oficinas de Asistencia a las Víctimas de Delitos Violentos y contra Libertad Sexual, así como su localización en todo el Estado.
- Por otro lado, entidades como FELGTB también te pueden ayudar a orientar tu recuperación tras una agresión sexual. Confía en su labor o en la de tu asociación LGTB más cercana para iniciar el camino hacia la reconquista de tu integridad.