‘Güeros’: buscando al cantante que hizo llorar a Bob Dylan

Ficha técnica

‘Güeros’

Duración: 107 minutos

Nacionalidad: Mexicana

Dirección: Alonso Ruizpalacios

Guión: Alonso Ruizpalacios, Gibrán Portela

Música: Tomás Barreiro

Fotografía: Damián García

Reparto: Tenoch Huerta, Leonardo Ortizgris, Sebastián Aguirre, Ilse Salas, Sophie Alexander-Katz

Calificación: 7,25 / 10

¿De qué va?

México DF es una de las pocas ciudades en el mundo que por extensión y número de habitantes forma un microcosmos propio; un universo con sabor a chilango.

A esta megalópolis de horizonte eterno y difuso llega Tomás. El protagonista de la cinta es un joven adolescente que se adentra en este laberinto de asfalto para encontrarse con su hermano Sombra, que comparte un piso en el que la luz es un artículo de lujo junto a su inseparable Santos.

La llegada del chico consigue sacar a Sombra y Santos de su burbuja de desidia. Juntos emprenden un viaje iniciático para tratar de encontrar a Epigmenio Cruz, el músico que hizo llorar a Bob Dylan y cuya música ha sido la banda sonora de la infancia de los hermanos.

Una road-movie interurbana

En la cinta rodada por Alonso Ruizpalacios no importa tanto el destino final sino lo que uno aprende a lo largo del camino. Como en ‘Y tú mamá también‘, Sombra, Santos y Tomás se lanzan hacia el viaje más complicado de todos: aquel que nos permite mirar a los ojos a nuestra atávica esencia.

Santos se erige como el punto de intersección entre dos hermanos aparentemente opuestos: Tomás es un güero, es decir un chico de pelo claro, mientras que Sombra es un prieto, de pelo y tez mucho más oscuras.   

Sin embargo, en la Ciudad de México que nos plantea con sumo arte Alonso Ruizpalacios, los más jóvenes, ya sean güeros o prietos, tienen el mismo futuro dibujado en el horizonte; aquel que termina en un callejón sin salida.

‘Güeros’ nos ofrece un retrato de una juventud sin futuro. De una juventud que no encuentra modelos y que se siente perdida ante un sistema podrido por la corrupción y que no sabe ofrecer un panorama digno, pero que también se encuentra desorientada por sus propias trampas.

Humor, existencialismo y pinche cerveza

La cinta de Alonso Ruizpalacios destaca por ofrecer una estética muy cuidada y un sentido del humor irreverente e inteligente -tanto que el director en lugar de ser pretencioso recurre a la autoparodia para desarrollar una historia que ofrece un (anti)climax de los que arranca sordas carcajadas-. Toda la película está rodada en blanco y negro, mostrándonos México DF como si fuera una bestia gris

La cinta nos ofrece geniales soluciones estéticas para el desarrollo de la historia. Con sumo gusto por el detalle -incluida alguna escena que podría firmar el mismo Aronofsky-, la camara de Ruizpalacios demuestra tener una especial sensibilidad para mostrar la realidad chilanga, como el poeta que ve los trenes partir.

Las avenidas de México DF se convierten en una especie de arterias metafóricas que nos conducen hasta el corazón de unos protagonistas que se tienen que enfrentar a la dolorosa indolencia de la burguesía a la confusión de los huelguistas y al eterno desconcierto de la juventud… mientras nos regalan momentos de íntima y poderosa belleza.

Vídeo: Tráiler de ‘Güeros’

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