‘Grandma’: Lily Tomlin encarna a la abuela que todos queremos tener

Ficha técnica

Duración: 80 minutos

Nacionalidad: Norteamericana

Dirección: Paul Weitz

Guión: Paul Weitz

Música: Joel P. West

Fotografía: Tobias Datum

Reparto: Lily Tomlin, Julia Garner, Marcia Gay Harden, Judy Greer, Laverne Cox, Sam Elliott, Elizabeth Peña, Nat Wolff, Sarah Burns, John Cho, Mo Aboul-Zelof.

Calificación: 7,75 / 10

¿De qué va?

Hay cintas que parecen andar contrarreloj. La vibrante persecución paterno-filial que protagoniza Johnny Depp en ‘A la hora señalada’ se adapta al metraje de la cinta, la odisea berlinesa que encabeza Laia Costa en ‘Victoria’ se alarga durante una noche y los últimos días del nazismo se encargan de conformar la fabulosa ‘El hundimiento’.

‘Grandma’ sigue esta línea de película con una clara estructura temporal. Sin embargo, la cinta que protagonizan Lily Tomlin y Julia Garner tiene un ratio diferente y entiende el día como elemento de cambio. Una catarsis en formato 24 horas que se acerca más a las propuestas de Ingmar Bergman en ‘Fresas salvajes’ o Woody Allen en ‘Desmontando a Harry’.

La cinta arranca con un portazo. El peor de todos. El que suena cuando se rompe una relación. Elle (Lily Tomlin) se muestra despiadada (por utilizar un eufemismo) al terminar su vida en común con Olivia (Judy Greer), y es que cuando el amor se tuerce aparecen nuestros demonios internos.

Sin que dé tiempo al espectador a respirar aparece en escena Sage (Julia Garner), la nieta de Elle. ¿Qué noticias trae un adolescente que se queda en la puerta ruborizada? Pues desde luego no son sus buenas notas. Sage le revela a su abuela que está embarazada por accidente y que tiene hora (pero no dinero) para abortar ese mismo día.

Como entre Elle y su nieta apenas juntan 50 dólares en metálico, deciden echarse a la carretera. Juntas vivirán un viaje de ida y vuelta a su pasado. Un trayecto en el que ambas aprenden de la otra para terminar descubriéndose a sí mismas.

¿Comedia intergeneracional?

Aunque el planteamiento inicial de ‘Grandma’ se hace de manera ligera, como una comedia intergeneracional, la cinta va ganando consistencia con el paso de los minutos. La película se encarga de hacer un saludable ejercicio de normalización del colectivo LGTB más maduro, además de evitar cualquier tipo de discurso paternalista y maniqueo sobre la cuestión del aborto.

La cinta tiene bastantes aciertos, pero quizá lo más redondo de todo es su el reparto. Sobre fabuloso cartel casi exclusivamente femenino (también hay que destacar a un intenso Sam Elliot) destaca una Lily Tomlin sencillamente genial.

Como si fuese una versión femenina del mejor Bill Murray, que ya es mucho decir, la actriz, que puede haber encontrado de manera inesperada el papel que la lleve hasta un merecido Óscar, se muestra cruelmente divertida pero con una sombra melancólica.

Paul Weitz afirma que durante años tenía la película en la cabeza pero que hasta que no conoció a Tomlin no escribió el guion. Y se nota. Elle es Lily y Lily es Elle. Es un verdadero placer ver a la actriz manejar los tempos y espacios cinematográficos. Mezclar de una manera sublime inteligencia, humor, pasión, rencor y dulzura para transformar una película a priori menor en una verdadera delicia.

Vídeo: Tráiler de ‘Grandma’

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