”Sanidad debería utilizar ‘Droga oral’ como herramienta informativa”

Chus Gutiérrez y su ‘Droga oral’ se encargan de componer un interesante documental que parte de una premisa tan sencilla como difícil de encontrar: un debate que va más allá de la superficie, un debate que despenaliza el uso de las drogas y que, en definitiva, se sumerge en un mundo inexplorado con la mente abierta.

Durante una semana, la cineasta granadina ha reunido a un grupo de personas de todas las edades para que muestren sus experiencias con las drogas. Positivas, negativas, a favor, en contra… voces que se niegan a formar un eslogan a favor de las drogas y se empeñan en mostrar las múltiples aristas de esta cuestión para que el espectador termine sacando sus propias impresiones.

El principal objetivo de la directora granadina es el de establecer un debate abierto y libre de prejuicios que nos permita sacar un tema del terreno de la marginalidad para hacerlo público. Un diálogo sumamente interesante y enriquecedor en el que la educación y la informacion tienen un lugar privilegiado.

”No te drogues no es información”

Surge la oportunidad de tener una charla con la directora y nos sucede lo mismo que cuando vemos una piscina en pleno agosto: que nos tiramos de cabeza.

Y así conocemos a la directora granadina. Nos saludamos. Dos besos sirven para romper el hielo y entre el humo de los cigarros comenzamos una charla de la que no podemos dejar de aprender. No todo va a ser positivo. Las horas tempraneras nos impiden compartir una cerveza con ella y nos tenemos que conformar con un poco de cafeína:
 

Pregunta – ¿Por qué decidiste acercarte a esta cuestión desde el género documental?, es decir, ¿qué beneficios formales y estilísticos te ofrece este género frente a la ficción?

Respuesta – Es que no tiene nada que ver. Bueno, no tiene nada que ver y todo, puesto que esto es cine. Primero porque hace 20 años hice una película que se llamaba ‘Sexo oral’. Ajo, que participó en esa película, me dijo un día ”es el momento de hacer ‘Droga oral”’ y yo pensé ”es una gran idea”.  Las drogas son un tema tabú, absolutamente y el hecho de tener una hija joven me hizo plantearme qué tipo de información reciben los jóvenes.

Y me di cuenta de que no había información. Hay un mensaje que es ”no te drogues”, pero eso no es información. Creo que hay una cosa que es especialmente importante y que no sé si se está transmitiendo bien. Es muy importante que los primeros consumos los hagas cuanto más tarde mejor y esa información deberían saberla los jóvenes, puesto que influye mucho a la hora de desarrollar la enfermedad de la adicción. A un adolescente le dices ”No cruces por esa puerta” Y ¿qué va a querer hacer? Pues cruzar la puerta.

 Es muy importante que los primeros consumos los hagas cuanto más tarde mejor y esa información deberían saberla los jóvenes.”

P – Como medio de comunicación enfocado al público LGTB no nos sentimos ajenos a ese paísaje de silenciación, prohibición y tabú que la sociedad establece, también con el mundo de las drogas, y que claramente se convierte en una postura errónea…

R – Hay que hablar abiertamente. Debates en los colegios, en los institutos. Los adolescentes tienen que compartir sus experiencias. Hay que hablar. El debate es mucho más interesante para proteger a los jóvenes. La frase ”no lo hagas” lo que provoca es unas ganas tremendas de hacerlo.
 

P – Continuando con este tema, en la cinta podemos ver las experiencias de numerosos rostros conocidos. Andy Chango, la micropoetisa Ajo, Francisco Nieva, tu misma que comentas tus vivencias en Nueva York… ¿hay algún personaje conocido que te haya dicho que no quería participar en la película por tratar la cuestión de las drogas?

R – Hay muchos personajes conocidos y también anónimos que me han dicho que no, por supuesto. Sentarte delante de una cámara para contar tu experiencia con las drogas no es fácil. Yo me pregunto qué va a pensar la gente de mí en concreto. Van a decir: ”esta… esta yonqui” –risas-. Es normal que la gente tenga pudor y un cierto respeto a descubrirse pero afortunadamente tenemos a las personas que querían contarlo y sus testimonios están ahí.
 

P – ¿Ayudaría al debate público que hubiera gente destacada que ‘saliera del armario de las drogas’? 

R – Yo creo que esta película va a servir para esto. Estoy convencida de ello. Todo el mundo que sale de ver la película habla de las drogas. De lo que ha consumido, de lo que no, de sus preocupaciones…de las experiencias que han tenido. La película abre el debate…
 

P – Con ‘Sexo oral’ te sumergiste en otro tema de los políticamente incorrectos.  20 años después podemos ver ‘Droga oral’… ¿Van a pasar otros 20 años para ver ‘Rock and Roll oral’ o el santo grial del asfalto (sexo, drogas y rock and roll) tendrá continuación pronto?

R – Sí. Pero me da la sensación de que no será ‘Rock and Roll oral’ será otra cosa que en este momento no sabemos. Pero sí voy a esperar 20 años porqué es agotador hacer una película como esta. Sólo el montaje ha sido un año.
 

P – ¿El montaje ha sido la parte más complicada de la película?

R – Absolutamente. Ten en cuenta que hemos grabado a 60 personas a una media de 40 minutos por cada entrevista. Así que ha resultado como navegar por un océano.
 

P – De hecho, hemos podido leer que la micropoetisa Ajo ha resultado fundamental en la gestación de la cinta…

R – Ajo ha funcionado como inspiración por así decirlo. Ha encendido la mecha. El origen de las ideas es muchas veces lo más importante y yo se lo agradezco enormemente.
 

P – En la cinta se hace hincapié en la importancia de la educación y el uso de las drogas.

R – Pienso que es fundamental. No podemos vivir en una sociedad donde todo el día vemos drogas legales e ilegales que no se hable de ello. Hay que tener prevención e información. En este caso los políticos van por detrás de la sociedad en este tema. En la cuestión de la marihuana existe mucha hipocresía. Hay clubes de fumadores por todos lados, si la gente consume hay que regular.

Sólo uno de los 60 entrevistados ha indicado que no está a favor de la regulación. La sociedad está preparada para abrir este debate, pero los políticos empeñan en cerrar los ojos.

Hay que tener prevención e información. En este caso los políticos van por detrás de la sociedad en este tema.’

P – Cómo valorarías las campañas sobre las drogas que ha llevado a cabo el Ministerio de Sanidad en los últimos años.

R – Creo que el Ministerio de Sanidad tendría que utilizar ‘Droga oral’ como herramienta de información. ‘No te drogues’ no es información, pienso que la película en este sentido funciona mucho mejor.
 

P – ¿Podemos hablar de drogas cool vs drogas clandestinas? Es decir, cómo es posible que cuando confiesas estar algo ansioso no hay nadie que te diga ”¿te apetece un peta?” y sin embargo hay dos o tres que te sacan un blíster de Orfidal y te dicen… yo ya llevo dos esta mañana.

R – Bueno es que las drogas cool, como tú las llamas, son las que venden en las farmacias y son las farmacéuticas las que están enriqueciéndose y sacando beneficios vendiendo esas drogas cool, pero son igual de peligrosas que las otras.

En un momento difícil en mi vida en el que me costaba relajarme y dormir me sorprendió que todo el mundo me ofrecía pastillas. Incluso me decían yo me tomo uno o dos todos los días. La verdad es que me asusté, no sabía que tanta gente consumía este tipo de sustancias.

P – Hay gente que parece una farmacia ambulante…

R – No todo nos sienta bien a todos eso es evidente. Pero la diferencia entre la marihuana y los ansiolíticos no deja de ser hipocresía. Vivimos en una sociedad que donde todo son como paquetes. Si algo es malo, se repite: es malo, malo, malo, malo –risas-. Hay cosas buenas, hay cosas malas. Hay cosas que no son inocuas pero te pueden ayudar en un momento determinado.  El ser humano siempre ha necesitado celebrar. En estos momentos el ser humano se ríe, se comunica, comparte y las drogas son una parte importante en este acto.

La diferencia entre la marihuana y los ansiolíticos no deja de ser hipocresía.’

P – ¿Crees que algún sector del público/crítica puede tachar a la cinta de hacer una apología de las drogas?

R – Pues yo creo que no. Pienso que si tienes curiosidad te puede despertar algo más de curiosidad, pero esa curiosidad ya estaba en ti. El infierno de la adicción está en la película. El peligro es innato a la sustancia y es lo que también se transmite en la película, hay una frontera que se ve y que no hay que cruzar.
 

P – ‘Droga oral’ se acerca a la cuestión de los estupefacientes sin prejuicios, despenalizando el mundo de las drogas. Ahora bien, después de haber visto la cinta podemos ver como se hace una especial diferenciación entre consumo y adicción…

R – Claro… es que también hay que hablar de la adicción. Mucha gente no sabe lo que es la adicción. En muchos casos se asocia a clichés como los problemas en la infancia o de autocontrol pero en la mayor parte de los casos no es así. Hay mucha gente que tiene una predisposición genética muy clara a ser adictos. Información, please –risas-.
 

P – La sociedad contemporánea consume drogas como ninguna otra en el pasado y, sin embargo, siempre se nos recuerdan las connotaciones negativas de esta palabra. ¿Qué connotaciones positivas le buscarías a las drogas? Si es que las hay…

R – Claro que las hay. Las drogas están ahí. La marihuana es una planta, es algo de origen natural. Cada uno tiene que buscar su utilidad, yo puedo hablar solo de lo que a mí me ha pasado. A mí me ha venido bien para divertirme. También me ha venido bien para escribir. Fumarme un porrito de vez en cuando me quita el miedo a la página en blanco. No es algo que haga sistemáticamente pero en un momento dado si me puede ayudar.

Pero es un tema sobre lo que es imposible teorizar. Lo importante de la película es que no se crea un eslogan sobre las drogas si no que se muestran diferentes experiencias individuales.

Fumarme un porrito de vez en cuando me quita el miedo a la página en blanco.’ 

P – En Reino Unido se acaba de producir un documental sobre el tándem sexo casual y consumo de drogas como tendencia cultural entre los hombres gais. El fenómeno está haciendo repuntar las infecciones de transmisión sexual, pero además, esconde una realidad más amarga… la de la gente que por abulia, exclusión o depresión busca refugio en prácticas tóxicas desenfrenadas. ¿Es este el verdadero problema y no las drogas?

R – La sociedad en la que vivimos nos provoca cada vez mayor presión y estrés. A la vez que esto aumenta, la conexión humana, por decirlo de alguna manera, es decir nuestra parte más emocional, la parte que tenemos todos de sentirnos protegidos por una estructura humana se está resquebrajando puesto que estamos en una sociedad que cada vez es más individualista. Hay un vacío enorme en todos nosotros y las drogas parece que pueden cerrar ese agujero un rato, pero el agujero sigue ahí… 

Vídeo: Tráiler de ‘Droga oral’

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