Egipto continua con su irracional ataque a las minorías sexuales

No nos pilla de nuevas la incoherente y repugnante persecución de la población LGTBI en Egipto, ya sea por las continuas denuncias de organismos de Derechos Humanos o las invasivas prácticas para identificar a personas del colectivo, que hacen de este país -en la que la homosexualidad no es ilegal- un lugar donde los derechos del colectivo son ninguneados permanentemente.

En este ilógico y contradictorio entorno nos llega el último arresto arbitrario contra varios integrantes de la comunidad LGTBI egipcia, más concretamente el de siete supuestas personas trans que han sido acusadas de ”libertinaje” al igual que los acusados de participar en una orgía homosexual, absueltos el pasado mes de enero.

Así lo ha confirmado el director de la denominada Policía de la Moral, quien ha detallado que los arrestos tuvieron lugar después de contactarles a través de medios sociales y concertar un encuentro.

La represión contra la comunidad LGTB del país árabe se ha intensificado desde el derrocamiento de Mohamed Mursi. Desde entonces más de 150 personas han sido encarceladas por ser identificadas como homo o transexuales, unas cifras que no se registraban desde hace más de una década.

Esta obsesiva persecución contra el colectivo se ha intensificado desde la llegada del nuevo Gobierno, que fomenta políticas restrictivas y criminalizadoras relacionadas con su concepto de ”moralidad”.

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