El acoso escolar LGTBfóbico es difícil de detectar pero se lleva varias vidas al año. Una cuestión que no sólo afecta a la víctima sino que va mucho más allá creando una tragedia en la que se ven involucrados compañerxs de clase, profesorxs y los propios familiares.
Para tratar de erradicar esta dolorosa realidad y evitar que lxs peques sufran violencia y angustia en su entorno escolar, la
Asociación de Familias contra la intolerancia x género (Ampgyl), en estrecha colaboración con el Movimiento contra la Intolerancia, han presentado una guía para la infancia destinada a instruir y ayudar a familias y docentes contra este enemigo tan invisible como peligroso.
Asumir el genero binario y las actitudes que corresponden a los niños o a las niñas forma parte de una asignatura obligatoria, aunque invisible, en todas las escuelas. Por ello, lxs peques que se escapan de cuadriculada definición suelen estar mucho más expuestxs al aislamiento.
El rechazo de sus iguales suele producirse en escalada, va desde el reproche a la burla, pasando por el insulto y la agresión. En todos los casos, se produce el aislamiento de la víctima que se enfrenta a distintos grados y formas de violencia.
Una lucha diaria
La publicación presentada por Ampgyl ofrece a profesores y progenitores consejos para acompañar a lxs niñxs que se encuentren en esta situación y facilita un listado de recursos bibliográficos, como libros para jugar destinados a distintas edades, películas que abordan esta temática y diversos estudios.
Esta guía busca ser un ‘apoyo’ para familias con menores cuyo género es distinto al asignado en su nacimiento y propone algunas ideas y reflexiones en torno a preguntas frecuentes sobre esta cuestión. Domínguez (presidente de Ampgyl) ha comentado que esta circunstancia, unida al acoso que se produce en los centros educativos, puede comenzar a los cuatro o cinco años.
La publicación también trata de instruir a las familias de estos menores, que ‘viven una situación de angustia y ansiedad’, y a los profesores, porque ‘la escuela y la familia son los dos espacios más importantes de socialización de los niños’, según Domínguez.
Una guía que quiere finalizar con uno de los mayores problemas a los que se encuentran estxs jóvenes: los guardianes de género que les dicen qué es lo correcto.