Polonia da un importante paso para reconocer legalmente la identidad de género

Con 252 votos a favor, 158 en contra y 11 abstenciones el Acta de Concordancia de Género ha pasado holgadamente el ”primer corte” legislativo en la Cámara Baja del Parlamento polaco, allanando el camino para covertirse en la primera ley que reconozca oficialmente la identidad de género del país.

Esta feliz noticia para la comunidad trans polaca llega tres años después de que la diputada y activista transexual Anna Grodzka inscribiera y defendiera la norma ante la cámara legislativa -y tras un agrio periodo de críticas y desméritos desde los medios de comunicación y sectores ultra conservadores-. 

Aunque Polonia ya tenía una larga historia de reconocimiento legal de la identidad de género, que data de la década de 1960, nunca se habían implementado protocolos para estandarizar la transición de género de las personas trans, dando lugar a procesos desiguales y confusos que perjudicaban a gran parte del colectivo.

Hasta el momento las personas trans tenían que acudir a un tribunal de justicia y aportar un testigo cualificado para evaluar el anacrónico diagnóstico de disforia de género. Durante el proceso, además, las personas demandantes debían enfrentar en el juzgado las declaraciones de sus padres y/o hijos, para terminar -en el mejor de los casos- esperando varios meses hasta conocer el fallo judicial, que podía ser contrario a sus intereses.

Por su fuera poco, la batalla legal no siempre terminaba allí, puesto que Polonia no emite nuevos certificados de nacimiento para ningún ciudadano, y mucho menos actualiza legalmente la vida laboral y la carrera académica adecuándolos a los nuevos datos personales de los demandantes.

¿Qué mejora?

Con el Acta de Concordancia de Género se asegura que nadie, a excepción de la parte demandante, está involucrada en el proceso de reconocimiento legal de la identidad de género. Si bien, las personas que quieran acogerse a ella deberán cumplir tres condiciones que no convencen al 100% a las asociaciones activistas:

  • Tener nacionalidad polaca.
  • Ser soltero/a.
  • Presentar tres confirmaciones independientes compulsadas en los últimos 12 meses que aseguren que la persona demandante ”tiene una identidad de género diferente a la legalmente asignada en el momento del nacimiento”, éstas pueden ser llevadas a cabo por un psicólogo clínico que también sea un sexólogo, un psiquiatra o un sexólogo que pertnezca al colegio de médicos.

La solicitud será entonces evaluada por un tribunal específicamente dedicado a estos casos en los tres meses posteriores a su presentación. Tras su aprobación, el reconocimiento legal estará disponible sin ningún tipo de intervenciones médicas, incluyendo la terapia hormonal. 

Por otra parte, las personas trans también recibirán un nuevo certificado de nacimiento y nueva documentación que acredite su educación y antecedentes laborales.

La noticia ha sido recibida con una satisfacción moderada por parte de los representantes del activismo trans. En palabras de Wiktor Dynarski, Presidente y Director Ejecutivo de la Fundación Trans-Fuzja:

Es una gran victoria para las personas trans en Polonia […] Es la primera vez que hemos escuchado a los políticos polacos proteger abiertamente la autonomía e integridad corporal de las personas trans y reconocer que el colectivo necesita que aseguren su plena dignidad’.

Por su parte, la Vicepresidenta de Trans-Fudja, Lalka Podovinska, ha recordado: 

Hemos hecho Historia en la Cámara Baja, pero aún queda el Senado y el Presidente. […] Y todavía debemos abordar una serie de cuestiones como la autodeterminación, la garantía de los derechos de los padres de personas trans, la abolición del divorcio forzado… y muchos otros que que queremos y vamos a trabajar. Esta Ley es nuestro primer paso a una realidad mejor, que nos ha llevado tres años conseguir.’